Contra lo que piensan muchos padres, empeñarse en evitar que sus hijos sufran causa más daño que beneficio.
"Todos los padres amamos con locura a nuestros hijos"
Muchos padres y maestros se van a los extremos. Decididos a hacer cualquier cosa (lo que sea) con tal de que sus hijos tengan una vida mejor ( y no pasen por la que yo pasé) muchos padres caen en el engaño de que se puede crear una infancia perfecta. A estos hombres se les llaman
"padres helicópteros" porque andan revoloteando sobre sus hijos y les organizan la vida hasta en el mas mínimo detalle. Creen con fervor en el mito de que la autoestima de un niño depende de que jamás sufra la mas mínima adversidad, frustración o contratiempo. Cuando idolatramos y los idealizamos; no le hacemos ningún favor: todo lo contrario. Suelen tener el efecto contrario. Los niños no pueden descubrir sus potencialidades ni sentrise satisfechos de sus logros si les prodigamos elogios falsos que solo le inflan el ego y les impide tomar conciencia real de lo que son y lo que pueden hacer. Los niños que tienen padres sobreprotectores y que los ayudan todo el tiempo no desarrollan el temple, el arrojo y las habilidades para resolver los inevitables problemas de la vida. "Los errores son experiencias que preparan a los niños para el futuro" Cuando los padres acuden al rescate de su hijo y hacen las cosas por el, el mensaje que están transmitiendo es: "
no creemos que seas capaz de resolver las cosas. No estamos seguro de que puedas salir adelante solo". Para tener una vida plena y ser competentes como adultos, los niños necesitan la libertad de cometer errores con más frecuencia. Sólo así aprenderán a triunfar.
Reader´s Digest 2005 Dec.
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